El Islam es un movimiento espiritual con una religión que acabará siendo mundial, y es el origen de diversos imperios y estados que acabarán dando lugar a una extraordinaria civilización intelectual y artística.
La primera expansión del Islam, a principios del siglo VII, abarcó toda Arabia, parte de Mesopotamia y parte del Imperio bizantino.
Con el mandato de Mu’awiya (661-680) se instaura la dinastía Omeya. Mu’awiya quería que ésta fuera una dinastía arraigada en Siria, por lo que instauró su capital en Damasco. Además, políticamente, se produjo una centralización del poder en la figura del califa, un sistema político basado en el modelo bizantino. Sus sucesores serán Abd al-Malik (685-705) y Al Walid (705-715).
Durante el mandato de estos tres califas se produce el avance musulmán tres direcciones:
La primera es la expansión hacia Constantinopla y Asia Menor, conquistando parte del Imperio Romano de Oriente o Imperio bizantino, cuya capital, Constantinopla, es sitiada, y cuyos territorios fronterizos estarán en continua disputa.
Otro frente es el de Occidente, en el Norte de África y la Península Ibérica. Destacan la fundación de Kairuán (670), que protegía la ruta a Egipto y servía como base para enfrentarse a los bereberes de Ifriqiya; la toma de Cartago en el 698; el sometimiento de las tribus del centro y oeste del Magreb; y la conquista de la Península Ibérica (711-715).
La última dirección que siguieron las expansiones fue hacia el este, hacia Asia Central, destacando la toma de Afganistán (698-700)
Posteriormente se produjo una expansión mayor hacia el este, pues el territorio islámico llegará hasta la India.
En el año 750 termina la dinastía Omeya en Oriente a favor de la dinastía abasí. Abd al-Rahman fundó entonces en España la dinastía omeya, con capital en Córdoba.
Así, el Islam se convierte en una de las culturas y de las religiones más expandidas e importantes del mundo que aún hoy mantiene su importancia.
En cuanto a otros acontecimientos contemporáneos a la expansión omeya destacan varios aspectos. El Imperio bizantino, que anteriormente fue uno de los grandes imperios mundiales, ve disminuido su territorio e influencia, pero se mantendrá durante algún tiempo. En la Europa occidental perviven algunos de los reinos de origen germánico que llegaron durante el periodo de las invasiones: los lombardos en gran parte de Italia, los francos en Francia, los vascos al norte de la Península Ibérica, los eslavos y ávaros en Centroeuropa, croatas servios y búlgaros en el Mediterráneo, y lázaros en el este de Europa. Además en la Península Ibérica pervive el Reino cristiano de Asturias que será el causante de la posterior reconquista.
muy buena información, me ha ayudado a completar un trabajo para clase.
ResponderEliminarGracias!
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