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| Edgar Degas - Clase de danza en la Ópera |
Técnica: Óleo sobre lienzo
Medidas: 32 x 46 cm
Estilo: Impresionismo
Medidas: 32 x 46 cm
Estilo: Impresionismo
Esta obra pertenece a la famosa serie de Bailarinas que realiza el pintor impresionista Degas, alguien que a pesar de pertenecer al grupo impresionista siempre manifestó su desprecio por la pintura al aire libre, muy característica de esta etapa.
La escena muestra un ensayo de ballet, al igual que su obra “Clase de danza”, aunque ésta es una de las salas más grandes y lujosas del Teatro de la Ópera. Realmente el autor no podía asistir a estos ensayos, pues estaba prohibido, pero su conocimiento del lugar, de las bailarinas y su imaginación hacen posibles sus obras.
La composición de la obra es muy equilibrada: hay un círculo vacío en el centro alrededor del cual se sitúan grupos de bailarinas vestidas con tonalidades blancas que destacan con el negro y el rosa que se incluye en las vestimentas y contrastan con el color del suelo. Un pequeño grupo de bailarinas estira sus músculos en la barra de la pared, mientras que la gran parte de ellas se encuentra esperando a la derecha.
El maestro de ballet es un antiguo bailarín, y junto a él se encuentra un violinista que espera que haya silencio para comenzar el ensayo.
La profundidad se consigue gracias a espejos y puertas abiertas, que crean una sensación de realidad y de ilusión al mismo tiempo. El movimiento de la obra lo consigue crear gracias a las bailarinas que se sitúan al fondo de la escena.
Gracias al uso que hace de los tonos y de la pintura, la luz penetra por la derecha y crea un gran efecto atmosférico de interior, a la vez que usa el dibujo en la arquitectura y las figuras, las cuales se caracterizan por su falta de idealización y por sus posturas naturales.
Otras series importantes de Degas son las de las carreras de caballos y las de mujeres desnudas bañándose, en la que experimentará con otros materiales y forma de dibujar.
La escena muestra un ensayo de ballet, al igual que su obra “Clase de danza”, aunque ésta es una de las salas más grandes y lujosas del Teatro de la Ópera. Realmente el autor no podía asistir a estos ensayos, pues estaba prohibido, pero su conocimiento del lugar, de las bailarinas y su imaginación hacen posibles sus obras.
La composición de la obra es muy equilibrada: hay un círculo vacío en el centro alrededor del cual se sitúan grupos de bailarinas vestidas con tonalidades blancas que destacan con el negro y el rosa que se incluye en las vestimentas y contrastan con el color del suelo. Un pequeño grupo de bailarinas estira sus músculos en la barra de la pared, mientras que la gran parte de ellas se encuentra esperando a la derecha.
El maestro de ballet es un antiguo bailarín, y junto a él se encuentra un violinista que espera que haya silencio para comenzar el ensayo.
La profundidad se consigue gracias a espejos y puertas abiertas, que crean una sensación de realidad y de ilusión al mismo tiempo. El movimiento de la obra lo consigue crear gracias a las bailarinas que se sitúan al fondo de la escena.
Gracias al uso que hace de los tonos y de la pintura, la luz penetra por la derecha y crea un gran efecto atmosférico de interior, a la vez que usa el dibujo en la arquitectura y las figuras, las cuales se caracterizan por su falta de idealización y por sus posturas naturales.
Otras series importantes de Degas son las de las carreras de caballos y las de mujeres desnudas bañándose, en la que experimentará con otros materiales y forma de dibujar.
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