El sueño del patricio Juan es una obra realizada por Bartolomé Esteban Murillo entre 1662 y 1665.
Se trata de un óleo sobre lienzo de unos 232 x 522 centímetros que hace pareja con otra obra del mismo autor titulada El patricio revela su sueño al papa Liberio. Ambas estaban pensadas para ser ubicadas en la iglesia de Santa María la Blanca de Sevilla.
Las dos obras relatan la fundación de otra iglesia, la de Santa María de las Nieves de Roma, posteriormente basílica de Santa Maria Maggiore, con un sentido cronológico: primero iría El sueño del patricio Juan y continuaría la narración El patricio revela su sueño al papa Liberio.
El origen de la iglesia de Santa María de las Nieves se sitúa en el siglo IV, durante el pontificado del papa Liberio. Un patricio llamado Juan y su mujer legarían a la Virgen todos sus bienes tras su fallecimiento, por lo que pidieron una señal que les dijera cómo podían hacerlo. Una noche se le apareció la Virgen en sueños y le pidió que edificara una iglesia en el monte Esquilino, donde encontrarían la planta de la misma trazada en la nieve, a pesar de que el sueño se produjo en verano. Es este sueño milagroso el que Murillo relata en esta obra, aunque el pintor decide situar el episodio de día y no de noche.
Bartolomé Esteban Murillo - El sueño del patricio Juan (1662-1665) Museo Nacional del Prado (Madrid, España) |
Tanto el patricio como su mujer aparecen durmiendo en un ambiente de semioscuridad interrumpido sólo por la aparición de la Virgen con el Niño en la parte superior izquierda y por la visión, a la izquierda, del monte Esquilino nevado, señalado por la Virgen, que a su vez mira al patricio, mientras que el Niño mira a su esposa, estableciéndose así una conexión entre todas las figuras.
La obra tiene un formato de medio punto y una composición basada en una línea diagonal (que va desde la cabeza del patricio hasta el cesto de ropa situado cerca de su mujer) y técnicamente se caracteriza por un dibujo seguro y una pincelada fluida y vigorosa.
Las obras fueron sacadas de la iglesia por el mariscal Soult durante la ocupación francesa y llevadas a París para que formasen parte de la colección del Museo Napoleón, donde les añadieron las enjutas doradas decoradas con planos de la basílica. En 1816 fueron devueltas a España, perteneciendo a la colección de la Real Academia de San Fernando hasta 1901, cuando pasan al Museo del Prado de Madrid, encontrándose en la iglesia sevillana una copia de las mismas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario