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23 diciembre 2015

Romanticismo (tema)

El Romanticismo es un movimiento cultural (popular, literario, filosófico y artístico) originado en Alemania e Inglaterra a finales del siglo XVIII como una reacción revolucionaria contra el racionalismo ilustrado y el arte neoclasicista, rechazando el seguimiento escrupuloso de la norma clásica y de la tradición grecorromana y priorizando la propia individualidad creadora y los sentimientos. Se desarrolló en la primera mitad del siglo XIX, extendiéndose a otros países.
La libertad auténtica es ahora una búsqueda constante, por eso su rasgo revolucionario es incuestionable. Es también el triunfo de la naturaleza y de lo espontáneo como nuevos ideales frente a la convención y a la historia. Supondrá, además, la defensa de una parte de la historia hasta entonces despreciada, la del mundo medieval y su arte, que, por su mimetismo vegetal, va a estar más cerca de la naturaleza.
Es propio de este movimiento una gran importancia de lo personal, un subjetivismo e individualismo absoluto, un culto al yo y al carácter nacional o “Volksgeist”, frente a la universalidad y sociabilidad de la Ilustración en el siglo XVIII. Este auge de lo nacional y del nacionalismo fue una reacción a la cultura francesa del siglo XVII, de espíritu clásico y universalista.
El Romanticismo también renovó y enriqueció el lenguaje y estilo neoclasicista a través de lo exótico y lo extravagante o buscando su inspiración en culturas bárbaras y exóticas o en la Edad Media, en lugar de en el mundo grecorromano.
Frente a la objetividad racionalista destaca ahora la subjetividad intuitiva. Los niños, la “voz del pueblo”, la naturaleza y la “sensibilidad femenina” reciben una valoración nueva y positiva. Pero la propia identidad masculina sufre una tremenda transformación: el hombre romántico es un hombre sensible al presente y al sufrimiento.
Así, la característica fundamental del Romanticismo va a ser la valoración de la sensibilidad sobre la razón, pues ésta, en lugar de ser algo común e igualitario, viene ligada a la vivencia individual, a la experiencia personal, a lo subjetivo. Se reclama la experiencia personal, la experiencia de los sentidos, como la única verdadera.
Esta importancia de los sentidos y la sensibilidad conlleva un factor de temporalidad, pues la mirada hacia el pasado sólo puede ser nostálgica y no una mera imitación. La sensibilidad exige una atención continua al aquí y al ahora, por eso se considera al romanticismo el principio de la importancia de lo contemporáneo. 
El Romanticismo tuvo fundamentales aportes en los campos de la literatura, la pintura y la música. 
Ya en el siglo XX, el surrealismo llevó al extremo los postulados románticos de la exaltación del yo.

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