A partir del año mil, tras una recuperación económica, Europa experimenta un proceso de renovación social y política del que surge una nueva cultura que el ámbito artístico se caracteriza por un gran afán constructor. En este proceso tienen un papel fundamental las ciudades, que ven aumentada su población y desarrollado el comercio. En arquitectura destaca la edificación de catedrales, donde se experimentan nuevos métodos de construcción y surge un nuevo lenguaje figurativo caracterizado por complejos programas iconográficos tanto pictóricos como escultóricos.
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Europa en el año 1000 |
El término "románico" se utiliza por primera vez en 1818 para designar su carácter de romance, en oposición a lo germánico, que era ajeno a la tradición clásica. Se suponía que era un renacimiento espontáneo de las formas de arte romano, contemporáneo al nacimiento de las lenguas romances. Se trata de una nueva actitud ante el arte antiguo. Ya no se intentan adaptar unos modelos antiguos, sino que se toma conciencia de la capacidad de emular el arte clásico.
Expresa el poder del arte romano renovado a la luz de la espiritualidad medieval, a través de la solidez de las masas, la severidad y grandiosidad de los edificios y los volúmenes compactos.
Será un arte que se difundirá entre los siglos XI y XIII por toda la Europa cristiana. En él prevalece la
arquitectura, viéndose sometida a ella la
decoración escultórica, que no sobrepasa los límites de su marco y permanece bien delimitada (ley de adaptación al marco). Destaca especialmente la fachada de las catedrales, que, con un gran pórtico, tiene una función didáctica para los fieles.
Entrada actualizada en marzo de 2024.