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26 enero 2012

El templo funerario de Hatshepsut en Deir el-Bahari (obra)

Templo funerario de Hatshepsut en Deir el Bahari
Templo funerario de Hatshepsut
en Deir el Bahari
En esta época, el Imperio Nuevo, ya se separaban los templos funerarios de las tumbas reales. Para su templo funerario, Hatshepsut eligió la misma tipología aterrazada y emplazamiento en la ladera montañosa de Deir el-Bahari por los que había optado siglo y medio antes el faraón Mentuhotep II, reunificador de Egipto y primer faraón del Imperio Medio. El templo fue levantado por el arquitecto Senenmut, quien culminó de forma grandiosa la tipología del hipogeo rupestre.
Al santuario se accedía desde un pilono, a través de un camino procesional flanqueado por esfinges, ambos desaparecidos.
El edificio principal, Dyeser-Dyeseru, se configura en torno a tres grandes terrazas porticadas, orientadas al oeste, abiertas al paisaje circundante, alineadas con el templo de Mentuhotep y unidas entre sí por unas largas rampas de suave inclinación, posiblemente embellecidas en su día con jardines. En la terraza inferior, los pilares de sección cuadrada facetados están coronados por un ábaco y capiteles protodóricos.
Se trata de un templo excepcional por su tamaño y tipología, además de por elementos arquitectónicos como la importancia de la luz y la visión en perspectiva del conjunto desde la lejanía, caracteres sin continuidad en el arte posterior.
En torno al patio de la tercera terraza que da acceso al fondo de la capilla funeraria excavada en la roca, se levanta a la izquierda el santuario de Amón y a la derecha un patio más pequeño con un altar solar. En la parte sur del santuario se erigió una capilla dedicada a Hathor, que tenía acceso por su propia rampa y un pórtico con pilares hatóricos. En el extremo contrario se encuentra una capilla dedicada a Anubis, de estructura más simple. En las inmediaciones del complejo se levantó la tumba inacabada de Senenmut, destruida en la Antigüedad.
Entre los templos de Mentuhotep y Hatshepsut se encuentran los restos del templo funerario de Tutmosis III, dedicado a Amón, en mal estado de conservación por un derrumbamiento y por la reutilización de sus materiales en épocas posteriores.


Ver también: La arquitectura del Imperio Nuevo

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