Durante el Paleolítico, las representaciones más importantes del arte parietal o rupestre aparecen en las zonas más profundas de las cuevas, en las que se refugiaban los grupos humanos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que también encontramos representaciones artísticas en los abrigos naturales.
Pinturas de la cueva de Lascaux (Francia) |
La escuela franco-cantábrica es la más representativa de la pintura rupestre de este periodo y se distribuye entre el norte de España y el suroeste de Francia. Sus principales características son:
- Los protagonistas de las representaciones son los animales, sobre todo los relacionados con la caza, como caballos, bisontes, ciervos, mamuts... Es por ello que se da a estas escenas un carácter propiciatorio.
- Encontramos también representaciones de figuras humanas, aunque son menos frecuentes y menos naturalistas, siendo incluso representaciones esquemáticas o simbólicas, estando a veces reducidas a signos que simbolizan los órganos sexuales.
- No se trata de escenas, sino de representaciones yuxtapuestas de elementos que pueden incluso haber sido pintados en distintos momentos del paleolítico.
- Se produce un intento de plasmar el dinamismo, el movimiento, a través del color o el aprovechamiento del relieve de las paredes.
- Las figuras son generalmente representadas de perfil y destaca su gran linealidad.
Destacan en España los ejemplos de Altamira, Puente Viesgo o Tito Bustillo y en Francia, Lascaux y Trois Fréres.
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