Iglesia de San Marcos (Madrid) |
La iglesia de San Marcos debe su nombre a la victoria de Felipe V en la batalla de Almansa (Día de San Marcos de 1707) y sustituyó al pequeño oratorio de la parroquia de San Martín.
Fue comenzada por Ventura Rodríguez en 1749 y es consagrada en 1753. Su arquitecto recibió sepultura en este edificio junto con su esposa hasta que sus restos se trasladaron en el siglo XIX a la parroquia de San Sebastián.
Su concepción, aún barroca, es heredera de Bernini y Borromini, pero ya se encuentran en ella claros elementos neoclásicos, siendo así un claro ejemplo de la transición entre estos estilos.
Su exterior es muy sencillo. La fachada está compuesta por tres cuerpos de ladrillo con impostas de piedra. El cuerpo central, donde se encuentra la puerta de acceso y un hueco rectangular que sirve para iluminar el coro, queda enmarcado por dos pilastras de orden gigante sobre las que se sitúa un frontón triangular. A sus lados se encuentran dos cuerpos curvos que forman un atrio cóncavo.
Su interior es mucho más rico y se estructura en elipses sucesivas de distintos tamaños y orientaciones que forman la planta: el primero es el nártex, los dos siguientes forman la nave y el último es el presbiterio. Se cree que esta estructura está basada en el proyecto para la iglesia de San Felipe de Turín realizado por Juvarra pero que nunca llegó a construirse. Las cubiertas, todas cupuladas, también varían su tamaño de unas a otras, pero siempre manteniendo su forma elipsoide (clara influencia del uso de curvas y contracurvas que se produce en el Barroco).
En el interior también se encuentran pilastras y semicolumnas de orden gigante rematadas por capiteles con hojas de acanto y cabezas de león que representan a San Marcos. Destaca además el retablo del altar mayor, claramente neoclásico: columnas de madera con capiteles dorados, una imagen del santo y frontón curvo.
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