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28 enero 2012

Los pueblos barbari (historia)

Roma había entrado en contacto con otros pueblos situados más allá de sus fronteras, a los que denominó con el nombre genérico de "barbari" o extranjeros, a pesar de que pertenecían a distintas etnias. El sentido del término es altamente peyorativo, pues hacía alusión a gentes de un nivel cultural inferior.
En términos generales, se trataba de pueblos nómadas o agrupaciones de tribus cambiantes, que originarios de Escandinavia y del Báltico, recorrían Europa occidental en busca de pastos, caza, pesca o botín. Su aspiración era encontrar lugares donde instalarse y poder desarrollar una agricultura sedentaria y una ganadería vacuna.
Desde que los contactos comenzaron a ser más frecuentes Roma comenzó a darse cuenta de la diversidad de estos pueblos, al tiempo que aprendían de ellos. A pesar de la continua defensa de Roma, el "limes" o frontera se acabó convirtiendo en la zona de contacto que facilitaba la relación entre ellos. Además, se permitió la entrada de germanos en el ejército romano, primero como auxiliares y, después, en puestos de mayor responsabilidad.
No obstante, fueron numerosas las incursiones protagonizadas por francos y alamanes, que saquearon durante años las provincias del Imperio, pues el sistema defensivo no era bastante coherente. Durante muchos años los emperadores romanos trataron de evitar la catástrofe y algunos lo consiguieron, pero a lo largo del siglo IV la invasión de los pueblos germánicos dentro del Imperio se convirtió en un hecho irreversible.


Ver también: Las principales monarquías germánicas

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