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21 enero 2012

La iconografía mariana I (tema)

Temas de la iconografía mariana anteriores al nacimiento de Jesucristo:

- Encuentro en la puerta dorada: María, hija de Joaquín y Ana procedía de la tribu de Judá y de la estirpe regia de David. Tras veinte años de matrimonio, Joaquín y Ana seguían sin tener descendencia. Un día, se le apareció un ángel a Joaquín, quien se había retirado al desierto a hacer penitencia. Éste le anunció que su mujer tendría una hija a la que llamarían María y que vendría al mundo llena del Espíritu Santo por haber sido santificada en el seno de su madre. La niña debería ser consagrada a Dios desde su infancia y de ella nacería Jesús, el hijo de Dios, el Salvador del mundo. Luego, el ángel le dijo a Joaquín que regresara a Jerusalén y que encontraría a Ana en la Puerta Dorada. De igual forma, el ángel se le apareció a Ana y le indicó lo mismo.
En época medieval se les representa como dos ancianos abrazándose en la Puerta Dorada, pero el tema desaparecerá tras el Concilio de Trento.

- Natividad de la Virgen: Esta iconografía está inspirada en la de Jesús, aunque trasladada a un interior, y los artistas del Renacimiento convertirán el tema en una escena de género.

- Presentación de María en el Templo: A los tres años, la Virgen fue llevada al templo para ser ofrecida a Dios, y allí subió sola los quince escalones que la separaban del altar, siendo acogida por el sacerdote Zacarías. Después del ofrecimiento, sus padres la dejaron allí, donde vivió y fue educada junto a otras doncellas.
En el arte posterior al Concilio de Trento se le dará mayor importancia a los padres que a la propia María.

- Desposorios de la Virgen y San José: A los catorce años llegó el momento de contraer matrimonio, pero María no aceptó, alegando que sus padres la habían consagrado al Señor y que ella había hecho el voto de virginidad. Ante esto, el sumo sacerdote le suplicó al Señor que les enviara una señal. Entonces oyeron una voz que decía que todos los varones solteros de la casa de David debían poner sus bastones sobre el altar y que uno de ellos florecería y sobre la flor se posaría la paloma del Espíritu Santo. El dueño de aquel bastón tomaría por esposa a María. Y así le sucedió a José, un hombre viudo y con hijos. Éste regreso a Belén para preparar la boda, mientras que María fue a la casa de sus padres en Nazaret.
La Contrarreforma negó este milagro, cesando su representación, aunque anteriormente había gozado de escasa fortuna en las artes.

- Anunciación o salutación angélica: Tiempo más tarde, el arcángel San Gabriel se apareció a María para anunciarle que de sus entrañas nacería el hijo de Dios, el Mesías.
Cuando José vio que su esposa iba a ser madre antes de haber convivido con ella no quiso denunciarla y decidió repudiarla en secreto. Pero un ángel se le apareció en sueños y le explicó que lo concebido era obra del Espíritu Santo, añadiendo que al niño le llamaría Jesús porque salvaría a su pueblo de los pecados.
Este tema ya aparece en el arte paleocristiano, pero se irá enriqueciendo a lo largo de la Edad Media y su concepción cambiará tras el Concilio de Trento, cuando ganará magnificencia.

- Visitación: El arcángel también le anunció a la Virgen que su prima Isabel, casada con el sacerdote Zacarías, esperaba un hijo, por lo que María fue a visitarla en el sexto mes de concepción de San Juan Bautista.
Este tema presentará algunas similitudes iconográficas con el Encuentro en la Puerta Dorada.


Ver también: La iconografía mariana II

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