El detonante inmediato de la Primera Guerra Mundial fue el asesinato en Sarajevo del heredero del Imperio astro-húngaro, el archiduque Francisco Fernando, el 28 de junio de 1914. Pero no es la única causa. Tiene gran importancia como detonante la desconfianza e inseguridad colectivas que había en toda Europa desde la crisis de 1905.
Por un lado está el enfrentamiento entre Francia y Alemania por el dominio colonial de África. El enfrentamiento por el control de Marruecos se resolvió pacíficamente, pero las crisis de Tánger y Agadir pusieron de manifiesto las rivalidades coloniales entre ambos. Éstas fueron la causa para el inicio de una acelerada carrera de armamentos y un importante aumento de los efectivos militares.
Por un lado está el enfrentamiento entre Francia y Alemania por el dominio colonial de África. El enfrentamiento por el control de Marruecos se resolvió pacíficamente, pero las crisis de Tánger y Agadir pusieron de manifiesto las rivalidades coloniales entre ambos. Éstas fueron la causa para el inicio de una acelerada carrera de armamentos y un importante aumento de los efectivos militares.
Pero también existía tensión entre Francia y Alemania por los territorios de Alsacia y Lorena, que estaban en poder alemán desde la guerra franco-prusiana de 1870 y que anteriormente habían pertenecido a Francia. Esta tensión además se agravaba por otro de los factores, en este caso ideológico, que llevó al estallido de la I Guerra Mundial: el auge de los nacionalismos.
Otro enfrentamiento era el que existía entre Alemania y Gran Bretaña. Reino Unido había conseguido mantener el equilibrio político mundial, pero países como Alemania o Estados Unidos habían desarrollado un importante potencial militar y económico muy competitivo, por lo que Gran Bretaña tuvo que renunciar a su aislamiento. Esta ausencia de una gran potencia motivó una serie de crisis de desembocarían en la Primera Guerra Mundial.
También existía una gran tensión en los Balcanes, debida a la decadencia del Imperio Otomano. Rusia se consideraba protectora de Serbia, y Bosnia-Herzegovina se anexionó al Imperio astro-húngaro (1908), lo que alteraba el equilibrio internacional en la zona. Las potencias se vigilaban para equilibrar la influencia que tenían en la región. Rusia intervino a favor de Serbia contra el Imperio astro-húngaro y, por el contrario, Alemania salió en su defensa. Así se formó la red de alianzas que se enfrentarían durante la guerra: la Triple Alianza (Alemania, Austria-Hungría e Italia) y la Triple Entente (Gran Bretaña, Francia y Rusia). Las tensiones aumentaron con las guerras balcánicas (1912 y 1913).
Antes del comienzo de la guerra, los partidos socialistas discutieron sobre los medios que tenía el proletariado para oponerse a una guerra imperialista, pero tanto en Francia como en Alemania socialistas y sindicalistas demostraron su patriotismo y solidaridad nacional frente a la opción internacionalista, formándose así gobiernos de unidad nacional en varios de los países enfrentados.
Otro enfrentamiento era el que existía entre Alemania y Gran Bretaña. Reino Unido había conseguido mantener el equilibrio político mundial, pero países como Alemania o Estados Unidos habían desarrollado un importante potencial militar y económico muy competitivo, por lo que Gran Bretaña tuvo que renunciar a su aislamiento. Esta ausencia de una gran potencia motivó una serie de crisis de desembocarían en la Primera Guerra Mundial.
También existía una gran tensión en los Balcanes, debida a la decadencia del Imperio Otomano. Rusia se consideraba protectora de Serbia, y Bosnia-Herzegovina se anexionó al Imperio astro-húngaro (1908), lo que alteraba el equilibrio internacional en la zona. Las potencias se vigilaban para equilibrar la influencia que tenían en la región. Rusia intervino a favor de Serbia contra el Imperio astro-húngaro y, por el contrario, Alemania salió en su defensa. Así se formó la red de alianzas que se enfrentarían durante la guerra: la Triple Alianza (Alemania, Austria-Hungría e Italia) y la Triple Entente (Gran Bretaña, Francia y Rusia). Las tensiones aumentaron con las guerras balcánicas (1912 y 1913).
Antes del comienzo de la guerra, los partidos socialistas discutieron sobre los medios que tenía el proletariado para oponerse a una guerra imperialista, pero tanto en Francia como en Alemania socialistas y sindicalistas demostraron su patriotismo y solidaridad nacional frente a la opción internacionalista, formándose así gobiernos de unidad nacional en varios de los países enfrentados.
Entrada actualizada en febrero de 2024.